mercredi 21 novembre 2007

11.

Entro la joven con ojos entristecidos, cerro la puerta del auto un poco fuerte, con descuido, y mientras tomaba el cinturon de seguridad para abrocharlo lo miro buscando lastima y comenzo a arrojar preguntas con histeria que se repetian, que se apilaban, que a ratos eran respuestas,

"Fui muy debil? fui una niña chica?"

El, ambas manos frente al volante, miraba al frente el camino y no movia ningun musculo que no estuviese realmente ocupando como si estuviese hecho de yeso. No la miraba, no emitia ninguna señal de que la escuchaba

"Escuchame, podemos dejarlo asi y empezar de nuevo?," habia falsa esperanza en su voz, habia temor aunque no sabia de que. Hacia tiempo que ella no estaba segura de nada, nunca fue muy inteligente y el estaba al tanto de eso.
"no me importa si me tiras al piso, si lo rompes, pero dime, que mas puedes pedirme? me gustaria que pudieses estar en mi cabeza, me gustaria poder traerte adentro de mi, me dijo que yo venia del cielo, eso es todo lo que dijo, eso dijo, viniste del cielo hacia mi"

El siguio manejando rapidamente en la noche, miro a su angel como le gustaba decirle, ella reposaba su cabeza contra la ventana con los ojos cerrados mientras que afuera el calor y el verano se desvanecian. Miro a traves del parabrisas y vio la tormenta que se aproximabamas adelante en la carretera, "no hay nadie tan dulce como tu," dijo y piso una vez mas el acelerador,
" la tomo del cielo y me la dio a mi."

jeudi 8 novembre 2007

-No deberías comerte las uñas de los pies- le dijo el medico- sobre todo porque tienes hongos; hay casos en que los hongos pasan a la nariz y no hay forma de sacarlos. Puedes perderla.
Pedro odiaba a los medicos por no saber tratar a sus pacientes con delicadeza. Siempre que visitaba al medico se sentía avergonzado, lo trataban como a un niño. Además los medico miran en menos a los sicologos, viendolos casi como chamanes de los problemas de otros, no creyendo es sus soluciones, pensando que son solo el primer escalon para la siquiatría.
La consulta terminó y ya estaba atrasado. Escondió la hoja con todas las recetas en su billetera y pasó a un almacen para comprar un almuerzo de fugitivo. Un pan, yoghurt, una manzana, jugo.
Pensó ligeramente en Silvia, pero luego la hundió en otros pensamientos más productivos, menos conflictivos.
El edificio de Camila tenía al rededor de 20 pisos. Preguntó al conserje por el 303 y el se rió diciendo que el piso 30 no existía. Es una mierda cuando los conserjes te humillan por cosas tan simples. Hay edificios que son así, que ponen un cero entremedio...
El conserje avisó al 33 y Pedro subió por el ascensor de los impares del lado derecho. Sus manos sudaban y una duda-pero no, no era tiempo para eso.
La puerta del ascensor se abrió y luego dos golpes en la puerta de Camila. Ella abrió la puerta vestida con una ropa que trataba de ser sexy y que a Pedro le pareció un poco ordinaria. Pero de ella no tenía una sola queja. Era lo que le dijo a todos sus amigos (cuando adolescente) que era lo que quería en una mujer. -Pasa- le dijo.
Tuvieron sexo en el comedor, quizas por que Camila no quería recordar a su esposo y Pedro no quería recordar a su paciente. Los dos lo hicieron un poco, pensando en lo que estaría haciendo ahora (¿cruzando ya el atlantico?), en que jamás sabría nada, esto ayudaría a su mujer a estar más contenta.
Pensó que no sería bueno que esto se repitiera, y que la experiencia sería suficiente. Silvia-nunca se enteraría.
Se abrazaron un rato en el sillon y luego fueron al baño para ducharse. El baño tenía un lavamanos, una taza y una de esas duchas con apenas un pequeño receptaculo en el que cae el agua y esas puertas corredizas a las que llaman "Shower door". Ella se duchó primero y hablaron algunas cosas cotidianas tratando de evadir el pensamiento mutuo. Pedro tenía una hora más, y no sabía en que pasarla. Se iba a bañar, y después que? Quizas no debí haber comido nada; podríamos ir a comer ahora. Pero eso iba en contra del plan. La única persona que sospecharía quizas era el portero, y una visita era facil de explicar.
Ella salió de la ducha, y el sentado en la taza la vió más hermosa que nunca; el vapor que parece salir de esa piel que era su definición de la piel perfecta. Quizas podría intentar otro al salir de la ducha. No sabía si fuera a resultar, pero ya estaba algo excitado; y si esto nunca se iba a repetir valía la pena intentar. La abrazó y le dió un beso; su calor era una sensación increible.
Se metió a la ducha. Las irregularidades en el plastico del "shower door" le dejaban ver solo hasta la taza, donde Camila se veía secandose.
Volvieron a hablar, ahora más animadamente. Quizas ella tambien pensaba en repetir.
Ella se calló violentamente y se puso de pie.
-¿Camila?-Preguntó Pedro
No hubo respuesta. Abrió un poco la puerta corrediza y sacó su cabeza para verla, pero antes vio a su paciente, apuntando con una pistola desde fuera de la puerta. Cuando vio a pedro su cara cambió de una expresión de rabia a una mueca de tristeza y angustia.
Pedro no debía hacer preguntas. Tenía que ganar algo de tiempo. -Jorge-dijo, pero inmediatamente tres disparos-.
Con dolor horrible en su brazo, trató de incorporarse para ver que había pasado. Jorge y su mujer estaban muertos. Supo que no iba a morir, porque en un segundo vio todo su futuro. Una sola palabra se repetía una y otra vez en su cabeza.

mercredi 7 novembre 2007

The Tree Outside the School

already had its best days
and now the red is turning into yellow
and the yellow will turn into little leaf-shaped voids
so the fall is ending
and there will be some others
but i'll never be in england again
so the best of the tree already past
without taking pictures beforehand
and whenever i turn the corner
i picture an advance image of what i will not see anymore
and the roots are still there
but the tree changed into something else
and the whole city will do the same
and every second will never have the chance to be repeated